
Libre de conservantes – El caso de administración de fármacos sin conservantes por vía intranasal
los avances realizados en las formulaciones intranasales y los dispositivos para su administración hacen que la vía nasal continúe siendo una opción más atractiva para las nuevas formulaciones de medicamentos, así como para la reutilización de fármacos y la gestión del ciclo de vida.
Autores: Dr. Degenhard Marx, Mathieu Hagedorn
La administración intranasal de medicamentos para distintas indicaciones puede ser una alternativa excelente a las formas tradicionales de dosificación oral (comprimidos, cápsulas). Los avances realizados en las formulaciones intranasales y los dispositivos para su administración hacen que la vía nasal continúe siendo una opción más atractiva para las nuevas formulaciones de medicamentos, así como para la reutilización de fármacos y la gestión del ciclo de vida. Según la aplicación, el uso de la vía intranasal presenta numerosas ventajas.
Este tipo de administración de fármacos cuenta con un amplio historial de aceptación en diversos mercados de todo el mundo, especialmente en Europa, para la administración de tratamientos locales directos o como vía de administración rápida para afecciones sistémicas. Ambos tipos de aplicaciones gozan de notables ventajas gracias a la vía intranasal y a sus dispositivos de administración específica.
Administración local específica
La administración local intranasal para la congestión causada por el resfrío común, la rinitis o la inflamación relacionada con la rinitis alérgica son algunas de las aplicaciones más comunes que tiene la administración intranasal. Hay muchos medicamentos de probada eficacia formulados para la administración local nasal, como los descongestionantes (por ejemplo, oximetazolina, xilometazolina, nafazolina), los antihistamínicos (por ejemplo, azelastina, levocabastina, olopatadina) y los glucocorticoides (por ejemplo, mometasona, budesonida, fluticasona). En el caso de estos productos, lo ideal es que la formulación nasal permita una rápida absorción local y minimice la absorción sistémica, para así evitar los efectos secundarios sistémicos que se observan habitualmente en las formulaciones orales tradicionales.
Administración sistémica
La vía nasal también puede utilizarse para los fármacos que requieren una administración sistémica, a fin de evitar el carácter invasivo de los inyectables, muchos de los cuales exigen que sean administrados por un profesional sanitario capacitado. La superficie de la mucosa nasal en los seres humanos es relativamente grande, de unos 160 cm2, y se encuentra bien irrigada por vasos sanguíneos que pueden absorber los medicamentos en el torrente sanguíneo de forma eficiente y rápida. Esto puede generar altos niveles sistémicos de medicación en sangre, y a la vez evitar la reducción de la biodisponibilidad y los problemas de metabolismo de primer paso que pueden observarse en las vías de administración oral. Este bypass del sistema gastrointestinal permite incluso la administración nasal de moléculas sensibles, como las hormonas peptídicas [1].